En otras ciudades, como Nueva York y San Francisco, la comunidad gay discutía sobre las mejores formas de protegerse del sida sin limitar los recién ganados derechos de los gais a ser más abiertos y las libertades sexuales como la participar en la cultura de los baños públicos. El enfoque de la Fundación del Noroeste para el Sida festejaba la exitosa respuesta para vivir con el sida y prevenir su propagación dada por una comunidad unificada en la que había discusiones abiertas sobre las prácticas sexuales y la mejor forma de participar en ellas de manera responsable y segura.