A principios de los años 1990, el Instituto Nacional de Abuso de Drogas hizo un llamado a las mujeres a buscar tratamiento para proteger a sus hijos contra el sida, incluyendo los que estaban por nacer. Este cartel muestra a una afroamericana embarazada cuya pareja consume drogas intravenosas. El texto que lo acompaña advierte: “Los bebés con sida nacen para morir” e invitaba a las mujeres a hacerse una prueba antes de embarazarse y a usar condones para protegerse.